¿SOMOS TODOS IGUALES?

No importa lo que haces para ganarte la vida, ni lo que hayas hecho o planees hacer, imagina que, en este momento y de forma caprichosa, las personas se dividen sólo en dos grandes grupos: los que caminan por una acera y los que caminan por otra, justo enfrente pero separada. Tú vas a lo tuyo, sus problemas no te conciernen porque tú no perteneces a ese bando, tú caminas seguro cada día, en tu presente, hacia tu futuro. Tus pasos son rápidos porque tienes claros tus objetivos y vas directo hacia ellos, sin pararte a mirar a tu alrededor. O quizás, puede que, simplemente, no te pares porque ves a los de la acera de enfrente, que, como pueden y con muchas dificultades, tratan de avanzar, y, piensas, en el fondo, que es una suerte que todo sea mucho más fácil en esta acera. Continúas andando pero, de repente, justo enfrente tuyo, en la otra acera, ves a un familiar o a un amigo, entonces ya no son sólo las personas del otro lado, con sus problemas, que luchan por salir adelante, sino que esas personas también puedes ser tú, o tu familia, o tus amigos, y esos problemas también son tuyos. Con sólo mirar a tu alrededor, te das cuenta de que todos camináis en el mismo sentido y decides cruzar para unir fuerzas y caminos para avanzar todos juntos. Miremos hacia adelante y luchemos juntos por un presente y un futuro frente al cáncer.